- Analizar las características de los menores, así como los diferentes informes.
- Obtención de datos sobre el nivel de habilidades sociales existente.
- Conocer resto del equipo de trabajo.
Después de 3 meses casi volví al Centro, me entrevisté con mi tutor y mientras acudíamos a la sala de reuniones me encontré con algunas de las personas que participaron en el Prácticum I, nos saludamos y me fueron preguntando sobre mi nueva presencia allí, les comenté que mi intención era pasar con ellos unos meses más y abordar un nuevo proyecto el cual arrancaba a partir de las necesidades detectadas en la evaluación del proyecto anterior, la verdad sentó bien la idea y a partir de ese momento me puse a trabajar.
PRIMERA REUNIÓN
En la primera reunión se perfiló el tema del proyecto y se habló sobre la manera de plantear el tema así como la posible organización del grupo de trabajo. A partir de esa primera reunión empecé a revisar los expedientes de los menores analizando la consecución de los objetivos dentro de cada programa de ejecución y las características de los mismos, revisé la evaluaciones realizadas en el Prácticum I, elaboré una guía que me serviría para realizar una observación del comportamiento de los menores en los distintos módulos y mantuve varias entrevistas informales con los distintos equipos técnicos a los que le pregunté sobre varios menores (que fui pre seleccionando) sobre su evolución y los objetivos que estaban trabajando con ellos relacionados con el tema del proyecto y cómo valoraban su evolución.
Por otra parte acudí a dos de los módulos donde conviven diariamente estos menores con otros compañeros, observando cómo se relacionaban tanto con la figura adulta como con los iguales. Me sorprendió ver que de manera sutil había formados grupos bastante diferenciados, a pesar de ser un grupo estable el cual conviven diariamente, cuyos integrantes comparten experiencias, actividades, etc.; si que existían varios subgrupos. Estos se entremezclaban gracias a la figura adulta pero entre ellos ante situaciones de interacción éstas no eran fluidas, el comportamiento estaba condicionado, o bien para no parecer débil, o para conseguir la aprobación de la figura adulta, en otras ocasiones a la hora de expresar los sentimientos, se hacía de forma no adecuada, emitiendo opiniones personales de desacuerdo de forma algo agresiva o a la hora de haber un mal entiendo o de pedir un cambio de conducta en el otro, era necesaria la mediación de la figura adulta y si había que entonar el mea culpa, les resultaba muy costoso el admitir una equivocación, más bien, todo era fruto de factores externos. También, todo hay que decir, que pude comprobar que había otros menores que su forma de interrelacionarse con los iguales y con la figura adulta era más adaptada. Reconozco que el haber estado en los módulos me abrió los ojos y pensé uff cuanto trabajo, podré hacerlo?
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